Prohibición de los neonicotinoides al aire libre, gran paso pero no suficiente

El pasado 27 de abril la Comisión Europea ha votado y aprobado la propuesta para la prohibición del uso de tres insecticidas neonicotinoides al aire libre en la Unión Europea (clotianidina, el imidacloprid y el tiametoxam), pero desde la Asociación Española de Apicultores se pide que se prohíban todos los plaguicidas neonicotinoides, al igual que piden desde la Red para la Prohibición de los Plaguicidas Neurotóxicos, a la cual está integrada.

De todas formas esta prohibición es un gran paso, pero desde la AEA se seguirá insistiendo en la prohibición de todos los plaguicidas tóxicos para las abejas y que no se repitan las fumigaciones aéreas o las fumigaciones en cunetas de carreteras, ya que se tiene constancia de este tipo de fumigaciones en algunas regiones de España, son muy dañinas y no solo para las abejas.

El abuso de plaguicidas tóxicos pone en amenaza a las abejas y otros polinizadores que desempeñan un gran papel en nuestros ecosistemas naturales, por lo que es necesario que en España y en Europa se evalúen todos los plaguicidas tóxicos para las abejas que existen en el mercado y sean sustituidos por alternativas como buenas prácticas agrarias compatibles con los polinizadores y la fauna auxiliar. El próximo martes 15 de mayo, se reúne la Comisión Especial sobre el Procedimiento de Autorización de la Unión para los Plaguicidas, de reciente creación, es necesario que prevalezca el principio de precaución, ya que son muchos los plaguicidas que siguen provocando mortandades de abejas.

En esta época es común, las fumigaciones con herbicidas en cunetas de carreteras por parte de las administraciones, práctica a la cual se opone totalmente la Asociación Española de Apicultores y pide también su prohibición por todas las administraciones ya que el uso generalizado de productos herbicidas en las carreteras tiene sus consecuencias directas en el ecosistema, ya que pueden terminar en los cauces de agua, siendo en muchos casos el producto utilizado el glifosato conociéndose sus efectos para la salud de las personas.

En el caso de las fumigaciones aéreas, es necesario que no haya autorizaciones excepcionales a dicha prohibición europea, debido a que los daños son incalculables al eliminar a toda la población de polinizadores y a la fauna beneficiosa para los cultivos, en algunos casos el producto utilizado es el Deltametrin para la mosca del olivo (Bractocera oleae), pertenece a la familia de los piretroides, tóxica para las abejas y bastante fotoresistente, es decir se descompone lentamente por el efecto de la luz solar, siendo la persistencia en suelos moderada, se degrada en una o dos semanas.

Otro producto que se aplica también en olivar mediante fumigaciones aéreas es el dimetoato, producto también muy tóxico. Resaltamos que la planta altabaca u olivarda (Dittrichia viscosa) es refugio del insecto Eupelmus urozonus, un enemigo natural de la mosca de la aceituna muy activo, pero al aplicar plaguicidas muy tóxicos como el dimetoato se elimina toda la fauna auxiliar beneficiosa. También, destacamos la acción de las trampas cromotrópicas para detectar y frenar la plaga de la mosca del olivo, concretamente para conocer realmente la situación de la plaga y en caso extremo, actuar con tratamientos desde tierra, siempre con productos menos tóxicos que el dimetoato, ya que ese elimina toda la fauna auxiliar, necesitándose en un futuro más plaguicidas, al romperse el equilibrio ecológico, por lo que la tendencia debería ser disminuir el uso de plaguicidas, beneficiándose todos los polinizadores y en general la salud ambiental de la zona.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.