Apoye la prohibición de los plaguicidas peligrosos para las abejas

 

Medio centenar de organizaciones piden a Tejerina que apoye la prohibición de los plaguicidas peligrosos para las abejas.
Un total de 44 entidades ecologistas, del sector apícola, de agrarias, entre otras,han firmado hoy una carta abierta dirigida a la ministra de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, para pedirle su apoyo a la prohibición total de tres insecticidas neonicotinoides (imidacloprid, clotianidina y el tiametoxam), de los que existen evidencias de su peligrosidad para las abejas y muchas otras especies.

Las organizaciones firmantes, también piden su apoyo a la plena aplicación del documento guía de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés), publicado en 2013, sobre la evaluación de riesgo de los plaguicidas en las abejas. La carta abierta es una iniciativa que está en marcha y a ella se pueden sumar todas las entidades que lo deseen.

El envío del a carta se produce después de que la Comisión Europea anunciara en una adenda a la agenda de la próxima reunión del Comité Permanente de Plantas, Animales, Alimentos y Piensos, que tendrá lugar el 22 y 23 de marzo, que se iniciará un debate sobre nuevas restricciones para los insecticidas neonicotinoides.

La Unión Europea restringió en 2013 el uso del imidacloprid, la clotianidina y el tiametoxam ya que suponían un grave peligro para las abejas. La UE prohibió el tratamiento de las semillas de girasol, de maíz, colza y de los cereales de primavera así como las aplicaciones foliares de los cultivos que son atractivos para las abejas antes y durante la floración. Sin embargo, siguen autorizados para otros muchos usos.

Desde entonces cada vez son más los datos científicos que confirman el peligro de estos insecticidas. Recientemente, científicos de la Universidad de Sussex realizaron una revisión bibliográfica que demuestra que los insecticidas neonicotinoides (imidacloprid, la clotianidina y el tiametoxam) agravan los problemas de salud de las abejas y contribuyen al descenso de las abejas silvestres. El estudio demuestra que estas sustancias químicas no solo ponen en peligro a las abejas, sino también a otras especies como las mariposas, las aves o los insectos acuáticos, pudiendo tener un efecto dominó en la cadena alimenticia.

Anteriormente, la EFSA publicó varios informes que muestran que los usos que siguen autorizados del imidacloprid, la clotianidina y el tiametoxam o bien suponen un alto riesgo para las abejas, o bien no se puede excluir que supongan un alto riesgo. En agosto de 2015, la EFSA concluyó que los usos autorizados para aplicación foliar ponían en peligro la salud de las abejas. En noviembre de 2016 la EFSA también confirmó que según los estudios presentados por la industria, el uso autorizado del imidacloprid y la clotianidina como tratamiento del suelo y de semillas eran igualmente problemáticos. La EFSA no ha evaluado el uso autorizado del tiametoxam como tratamiento del suelo y de semillas ya que Syngenta, el fabricante, no aportó la información necesaria.

Es preocupante que estas tres sustancias insecticidas no sean las únicas que supongan una grave amenaza para las abejas. Se ha demostrado igualmente que una baja concentración del deltametrin, cipermetrin o clorpirifos, por citar tres, afectan extremadamente a las abejas y que una exposición crónica tiene efectos sobre su salud, por lo que es fundamental que se aplique plenamente el documento guía de la EFSA.

Las abejas y otros polinizadores, fundamentales para la seguridad alimentaria y la biodiversidad, siguen en peligro en Europa. Aunque no hay un único factor responsable, eliminar aquellos plaguicidas que suponen un peligro directo para los polinizadores es un paso crucial, realizable y efectivo para proteger su salud.


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Respuesta del Ministerio a la Carta Abierta – Prohibicion Plaguicidas Peligrosos para las abejas

 

 

 

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